

Haciendo equilibrio por este texto, salí a funambulear por los hilos de la red. Y encontré un universo elegante compuesto por la música de las cuerdas...

La teoría de las cuerdas asegura que todo en nuestro universo, desde la partícula más pequeña hasta la estrella más lejana está compuesto por unos minusculos hilos de energía llamados cuerdas, cuyas vibraciones dan lugar a todo lo que nos rodea. Es posible imaginar el universo como una especie de sinfonía cósmica que suena al unísono a partir de las vibraciones que producen esos hilos de energía...
La idea es, entonces, caminar despacito, haciendo equilibrio, como funámbulos entre el arte y la ciencia, puesto que ambos mundos son parte de lo mismo...
La poesía de la ciencia no está a flor de tierra; procede de capas profundas. Que la literatura vaya a estar en condiciones de relacionarse con ella de igual a igual es una cuestión abierta. Al fin y al cabo al mundo le tiene que ser indiferente dónde se manifieste la fantasía de la especie, siempre y cuando permanezca viva. Por lo que toca a los poetas, estas alusiones bastarán para mostrar que sin su arte las cosas no funcionan. Invisible como un isótopo que sirve para el diagnóstico y la medición de tiempos, imperceptible pero apenas renunciable como un oligoelemento, la poesía está actuante allí donde nadie la supone. (Los elixires de la ciencia. Hans Magnus Enzenberger)
Imágenes.
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1 comentario:
Precioso blog, yo solo pasaba por aqui, pensando en Italo Calvino...
Un saludo!!
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